viernes, 19 de abril de 2024

entrega...

... infinita.





Cuando llegan las segundas primaveras a nuestras vidas... Gozamos de la experiencia de la edad y de la vitalidad certera de un medio día que podemos disfrutar sin temor al futuro incierto. Reconciliamos cómo nuestro cuerpo toma la forma que esculpimos a través del paso de los años. Tanto como nos asumimos tal cual forjamos el carácter que nos compone. Contamos con el incremento de la intuición para saber caminar a los sitios soñados. Y también nos asalta el desconcierto ante lo desconocido cuando los referentes de nuestro pasado nos remiten a momentos de pérdida o frustración. Por esto, éste es el reto de la última juventud y la primera vejez: la primavera del ocaso de nuestras vidas. ¿Cómo reconocernos en un lugar en donde sólo hemos apreciado tristezas?: Sin inhibiciones.

Esto es sencillo de responder. Sin embargo, no tan difícil de poner en práctica. En el primer caso, el de la respuesta, basta tomar conciencia de que nada se repite, que uno no es quien fue y las circunstancias son otras y siempre impredecibles. Tomar en cuenta que lo que la memoria guarda pierde verdad una vez que se instaura el presente y que sólo en el día a día se forja la realidad. Es decir, somos nuestro presente... no nuestro pasado. Así, podemos ver hacia el futuro como un espacio pleno en alternativas nunca antes experimentadas. En el segundo caso, el de la praxis, sólo la voluntad de interrogarnos y entregarnos con infinitud a las motivaciones de nuestra alma, como almas en pleno despertar a la madurez vital, nos permite regalarnos un presente que sí finque un futuro soñado. Con valentía. Sin miedo a enfrentar los resquicios escondidos en los rincones de nuestra experiencia de vida en donde conservamos todo lo que ya dejó de existir. Recordándonos a nosotros mismos que lo vivido ha concluido y que hoy es el verdadero comienzo de nuestra vida. Tomando acción con base en tales desarrollos internos e íntimos. Actuando en consecuencia con aquello que nos da franca satisfacción y honesta alegría. Y con un poco de suerte... dejaremos de interrogarnos, no buscaremos respuestas, la toma de conciencia nos conformará de tal modo que habitemos un ethos en donde ya es un hábito el vivir conscientes de nosotros mismos y de nuestros actos: sin necesidad de pensarlo todo dos veces. De tal suerte que abracemos las mieles de lo forjado en nuestro carácter. Con orgullo de lo sembrado en las cosecha de nuestra vida plena. La cual se anuncia con el brillo de la felicidad y la vitalidad renacida cada día al despertar. Con la certeza de que somos los dueños de nuestro destino y que somos capaces de conciliar nuestras emociones con ternura y generosidad. Es así que aprendemos a recibir... a dar lo mejor de nuestra vida y darnos enteros en nuestra mejor versión. Entregados infinitamente al amor. Con apertura a las sorpresas. A lo imprevisto y glorioso. Permitiendo que un abrazo nos recuerde cuánto apreciamos ser apreciados. Seguros de que las segundas primaveras contienen nuestro ser de tantas formas que hemos vuelto innato todo aquello que quisimos alcanzar y labramos con nuestras propias manos. Y éste sí es el elíxir de la completa travesía de un ser humano: envejecer en armonía con nuestros aprendizajes, en sintonía con nuestros anhelos, en melodía con nuestro canto, en vuelo alto con nuestro propósito existencial. Abiertos al despertar. Atentos al brillo de una mirada que nos recuerde porqué elegimos ser quienes somos: completamente. Sin otro misterio que la mística de una madurez apasionada. Porque si bien no todos los fuegos son eternos: el fuego de la pasión que consagra dos almas destinadas al amor verdadero...es lo que alimenta la eternidad.

La gran gracia y virtud de hacernos mayores es que todo se vuelve definitivo. El trazo último deviene en el primero y único posible. No hay forma que opaque lo que nace con tronco ancho. Ni parangón que pueda asimilar o evocar alguna otra vivencia que nuestra experiencia haya podido albergar en su búsqueda por llegar a Ser. Lo cual es realmente maravilloso. Son los tiempos de recibir la cosecha: bienaventurados quienes no claudicaron en ser idénticos a sí mismos. Quienes no renunciaron a la libertad.


Y una vez más... es así como se traza La Imagen de la Felicidad.




Y tú... ¿quisieses descubrir el encanto feliz de la entrega infinita?







Gran viernes...
mágicas tortugas de Sol,
Tierra y Mar...
Que la Luna asome
tímida hasta
alcanzar su completud:
tanto en su maximalidad como
en suficiencia.
Con Altura.

VIDEO DEL DÍA... con alegría para ustedes: queridas tortugas mágicas. Gracias.




pendant la étérnité




jueves, 18 de abril de 2024

entusiasmo...

 ...iluminado.




Y al abrir los ojos: una certeza nace a vuelo de sutil mariposa de abril luminoso y con la iluminación azul del búho mágico. Así... el amor se bautiza por primera vez. Porque vivir es amar y la libertad del corazón es el destino de nuestro despertar. 

Mercurio retrógrado, en anticipación a la cita cumplida con la alineación entre Júpiter y Urano, dispersa de algún modo la conjunción de los símbolos de expresión. Cual bóveda estelar cuya cautela de apertura: brota colmada de iluminación. Son días de pautar todo aquello que se volverá esencia de vida renovada. Sin alcanzar a mirar la luz al brillar en su forma original.

Es así que surge, en un rincón, aquel entusiasmo azulado, guardado en un cajón, al borde de la mañana, con el signo de la letra en un papel, y de la mano de la sabiduría común: cual grillo de la esperanza, mágicamente transfigurado, nunca perdido... pero tampoco aún realizado. Alado cual ángel providencial: el caballero y su corsario... abren los ojos a los latidos de su corazón. Cual alegre mar que brota a la espuma de la verdad. Y pisa tierra firme ante el altar del amor verdadero. Con prisa de albergar la calma suave y tersa de un Sol hecho mujer. Bajo el sello de la flecha de cupido y con el ímpetu de la libertad. Cual polvo de estrella hecha Hombre.

La fogosidad... que se adhiere fervorosamente y con admiración cuando somos cautivados por la conmoción de nuestro espíritu vital. Ante quien, sin saber cómo, cuándo ni dónde, despierta el sonido melódico de la armonía anímica. Es la llama de un fuego que, si bien no eterno, se funde con los latidos del infinito rendido a los pies de la dama celeste. Con la certeza de que no pueden ser dos: quienes sin verse están unidos en consonancia con el universo. Forjando el tiempo.

En el Renacimiento se creía que cuando se recordaba un alma prometida se desencadenaban eventos de familiaridad entre dos personas. Los ojos titilaban con el brillo de un océano arcaico al coincidir en un momento vital y en el contorno de la voz se sentía un extraño despertar. Como si se conocieran desde siempre. Sin haberse visto antes.

Como si un espejo las uniese, las almas que se descubren propias: comulgan en amor profundo, confianza y respeto. Se reconocen entre sí y a través de sí. Cuyo molde exacto, al reunirse, no posee error, defecto o imperfección. Y entre tales seres media sólo la cortesía de forma natural. Y el entusiasmo ante el encuentro, sin más. Son simplemente amables en su interactuar.

Para Platón, hay un resquicio ético en esta posibilidad de reencuentro entre dos que son uno y tan sólo por amor se quieren mirar. La guarida de un daimon. Un ser mítico que sin ser un dios participa de lo divino y siendo humano posee una faz capaz de alcanzar mirar más allá de la apariencia. Una persona susceptible de ser buena, bella y verdadera por vocación dionisiaca (cuyas cualidades son el ímpetu, la fuerza vital y el arrebato; Dionisio: dios griego). Y es el ethos lo que hace de tal vocación: carácter. Lo cual es posible al reconocer el alma que le devuelve su esencia única. Con la templanza y a cargo del carruaje: el auriga capaz de controlar todo aquello que lo disminuye para privilegiar sólo la pureza de su espíritu. En consonancia con la dignidad humana descrita por Pico de la Mirándola. Unir los opuestos que dan lugar a la apariencia del mal. Cuya mediación revela ante sí que no existe la contradicción. Elevar su alma al unir la falsa tensión entre la miseria y grandeza. Cuya síntesis hace real la identidad que no se puede duplicar. Haciendo de sí el elegido para narrar a través de su vida plena y realizada, con el ejemplo, el milagro de la encarnación en cuerpo y alma. Dando un paso al frente: mostrando su amor. Cual augurio de vuelos eternos y paz.



Y tú... ¿a quién reconoces con entusiasmo en el brillo de tu espejo? 





Feliz jueves...
sorpresas y magia de tortuga
sin más.


Video... verlo sin falta queridas tortugas mágicas. Gracias.




pendant la étérnité


miércoles, 17 de abril de 2024

Buenos días...

 ... llenos de bien hacer.



Esta mañana despierto al ritmo de la música. Tras un profundo descanso y con el ánimo de renovada actividad. Las horas pasan a prisa cuando, sin anticipar, logras el trazo en tu mente para ordenar aquello que llevas a cabo y lo haces realidad con tus propias manos. En días de altas temperaturas, la hora del rocío, así como el cruce del atardecer, son las horas de mayor disposición para la creatividad y el acontecer vital. La noche se regaló con vientos de frescura. Y nada nos priva de poder estar presentes, incluso en los espacios silentes, si de compartir hallazgos se trata. De tal modo que, sin interrupciones (más bien tiempos llenos de inspiración), podemos sentir sustento y compañía... en la lejanía de todo aquello de lo cual no podemos desprendernos. Muchas veces encontramos el sentido a todo lo que nos motiva... algunas otras veces, ahí donde existe la magia, nos entregamos al sinsentido: que no el despropósito. Si confiamos en lo que nos cobija el alma y en la certeza de los latidos de nuestra intuición, al ritmo de nuestro caparazón de tortuga. Lugar donde habitan los pulsos más íntimos y sublimes de nuestro corazón.

Hay épocas en que sólo podemos confiar en lo que yace latente en nuestro fuero interno: inclusive si no podemos explicarnos a nosotros mismos lo que significa. Lo cierto es que explicarnos todo no nos es tan nato como nos han hecho pensar. El pensar es más bien un tesoro dentro del cual se manifiesta aquello que sabemos de suyo sin necesidad de comprender el misterio que lo hace posible. La expresión es la que nos hace transitar los caminos de la comprensión: en tanto basta la palabra y vasto el sentimiento (y/o viceversa). Amén.

Y bueno la ausencia de tiempos de paz mundial también es un llamado a cierto desánimo, o no. El curso de los acontecimientos es propio de todo aquello que no ha encontrado solución, probablemente a través de los siglos. Y sólo cuando el diálogo y la comprensión entre pares logre alcanzar los verdaderos fines comunes: veremos un mundo capaz de convivir en el seno de todas sus diferencias. En tanto son las diferencias lo que nos define iguales y el respeto infranqueable lo que realmente nos hace símiles entre seres humanos. Ojalá el llamado a la palabra y la posibilidad de priorizar el bienestar de nuestros pueblos sea la brújula que dé fin a la carrera armamentista en donde se creyó que mientras más pudieses defenderte más seguro estuvieses. Además del hartazgo por poderío que, si bien ha marcado la huella civilizatoria, hoy en día no es más que sinónimo de debilidad. La ley es la ley. Así como, el derecho de toda cultura de ser libre de vivirse plenamente es incuestionable. Ser buenos, cumplir la ley, conservar la fe y no dañar a otros... es la mágica poción dentro de la cual el cielo nos da la bienvenida. Sin guerra ni gloria: los seres humanos encuentran el camino hacia la verdad... una vez que asumen los límites de las condiciones de posibilidad y se comprometen con el principio de realidad. De no ser así... la vida se vuelve el delirio de un pensar en extravío a causa de la soberbia ante su propia naturaleza. El pensar no da realidad... por el contrario: sólo debemos poder pensar aquello que es real. Es así que la ética y la ontología se conjugan: para que los seres pensantes aprendan a crecer amando. Con fe. Sin socavar los bordes de su mortalidad. El pensar no es más que el defecto en donde el error transmuta en violencia cuando una persona no tiene la humildad de reconocer que el concepto sólo toma lugar una vez que se realiza en su comprensión de algo que existe más allá de su propia voluntad. Diría Hegel: con otras palabras.

¡Cuán difícil es amar la vida cuando se da por sentado el hecho de que respirar es verdaderamente uno de los milagros más grandes que la humanidad ha podido atestiguar!



Y tú... ¿recibes este miércoles de felicidad plena?


Hasta mañana. 

Que la magia...
llena de inspiración
de mar y tortuga feliz:
abracen sus vidas
a plenitud.
Sin negarse a seguir con prisa los latidos de su corazón.



Video... verlo sin falta queridas tortugas mágicas. Gracias.


pendant la étérnité



martes, 16 de abril de 2024

amar...

 ... también es un arte.



Ayer, 15 de abril, se celebró el día del arte. Ese don humano en cuya realización una persona encuentra su sentido de vida y su razón de ser tal cual es. La creatividad nos define en tanto seres capaces de bordar más allá de nuestros propios linderos: ampliando la frontera de nuestra realidad. 

El amor tiene características similares. Nos traslada más allá de nuestros bordes. Nos invita y nos convoca a interrogarnos. Hasta llevarnos de la mano de nuestro corazón con la bendición de poder acariciar un alma que no es la nuestra. 

La evocación de una posibilidad amorosa, incluso clausurada por voluntad propia, siempre alimenta la esperanza de un nuevo día. Nos brinda los bríos de despertar con un objetivo común. Con un propósito cumplido. Con la ilusión de pensar que la vida puede ser mucho más de lo uno ha podido imaginar. Incluso si uno sabe que se ha consagrado de otra forma a un único anhelo: la entrega personal. El amor más grande que puede existir... es el saber amar la vida misma. Y descubrir que: vivir es amar. No siempre existe un compañero de vida... pero siempre existen los sueños de labrar una vida de la mano de un buen amigo.

El corazón guarda secretos que los ojos oscuros no saben: ni pueden iluminar. El alumbramiento de algo más grande que uno mismo... sólo se percibe cuando abrimos los ojos a la Luz. Y con claridad, nos entregamos a la magia de todo lo que no imaginamos que era posible. Incluso si siempre la intuición de nuestro destino nos guiara hacia el milagro de ser quienes somos en verdad. Muchas veces ignoramos quiénes somos en realidad. 

Lo cierto es que nunca ignoramos el llamado de nuestro corazón hacia los designios más sagrados de nuestra única razón de ser. Encontrar un caparazón con quien abrir tales secretos es una bendición que sólo con arte se puede abrazar.

Doy gracias por todas las bendiciones que componen mi vida. Incluso si la carencia cotidiana opaca la realización y el logro de una vida honesta y comprometida con todo aquello que soñé. Quizás un día conozca a un ser afín a quien sí le importe verme cual clara soy. Mientras tanto... quien ama la vida en verdad nunca sufre de soledad alguna. Y cuando las dificultades nos rebasan de todas las formas posibles: se encuentra una fuerza y una fe: inquebrantables e innombrables. De lo cual sólo comulga quien ha vivido sin simulacros y en verdad se ha entregado con valentía a su destino ancestral. Sin temor a descubrir que, en más de una ocasión, lo que observamos no es como se nos aparece traslúcido cuando nos negamos a renunciar a nosotros mismos para ser quien elegimos ser: sin excusa alguna.

¡Qué difícil es encontrar con quien simplemente charlar! Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Por el contrario, para mí, la esperanza es lo primero que se gana cuando amar es un credo íntimo en donde todo se vuelve lúcido. Y ahora sí... a dedicarme, aún más, a mis letras en compañía de este espacio dedicado a la tortuga mágica que soy y me habita junto con la certeza de mi inspiración literaria: innegable. Procuraré estar aquí cada día... instaurar los videos anhelados y así... no padecer de la soledad de la escritura profunda: lugar en el cual nadie puede ocupar ni un suspiro pues quien escribe con el corazón no puede ser imitado, invadido ni mutilado en su acto de creativo de hacer de su propia vida una obra de arte. Doy gracias por haberme formado para poder expresarme con belleza, ciencia, filosofía y certeza. Tanto como la disciplina con la cual he pulido mi propio estilo retórico. El sello de mi nombre en cada una de mis letras, al menos para mí, es indeleble. Gracias a quienes gozan de estas mieles mías... al descubrir todo lo que versa y baila en cada uno de mis textos. Pues son quienes me han leído, quienes no podrán negar la dicha que se esconde en cada una de mis expresiones: no pueden negar la felicidad que me borda, colma y desborda cuando encuentro el talento en mí y me abro de alma entera para compartirlo con quien guste de mí en tanto ánima creadora. Así que hoy se inaugura una nueva era en mi vida. Búsqueda laboral, mediante: venta de casa... urgente. Labores de hogar: infinitos... e impostergables. Hábitos de cuidado y nutrición: conciliados y reconciliados con el signo de mi palabra escrita. Al ritmo del Sol, la Luna, el viento y la lluvia por venir. Siempre acompañada de una melodía feliz. Porque... mis libros no pueden esperar ni un instante más. Y es sola, y en profunda intimidad conmigo misma, que me entrego a este mi llamado de vida en el cual no cupo una ilusión más que el canto que brota desde mi entrañable fuente de vida. Y sin un otra alma que me sostenga, siquiera en la esperanza, venzo el miedo de ser quien soy. Me dejo llevar por el ritmo de mis horas en donde el día se confunde con la noche para labrar el papel en blanco. Sin consideración alguna a nada más. Creo en mí. Incluso si no encuentro a alguien que adivine la belleza que haré brotar una vez que sólo me dedique a mis libros. Y ese día es hoy. Gracias. Tampoco me importará más si alguien leyó ya mi primer libro publicado. El silencio a voces de no querer regalarme siquiera una crítica negativa de una sola de mis sílabas: me ha enseñado mucho más de lo que imaginé... de lo que es ser un autor publicado. Adiós. 




Y tú... ¿conoces un alma que conozca en verdad los latidos de tu corazón? 




Hasta mañana.


pendant la étérnité



martes, 9 de abril de 2024

debate...

 ... sin luces.




En mi experiencia, este domingo el INE se vistió de manteles blancos para recibir a tres invitados sin modales. El sueño me venció al terminarse sus 5 minutos. La incoherencia entre los candidatos para seguir el orden de ideas conforme a lo acordado y el sentido de las preguntas fue abismal. Y la desvergüenza, al día siguiente, de culpar a las reglas que ellos no cumplieron ante la desazón de no sentirse satisfechos con los resultados que ensayaron con ahínco días y horas antes de presentarse a un intercambio de ideas que fue más bien un espejito espejito soy el/la más bonita y todos ellos otros son más feítos que yo. La vanidad fue un derroche. Tras un año de precampaña, un espacio en la tarima a su bienvenida, no poder no presentarse como si estuviesen haciendo alguna clase de spot publicitario: una total falta de decoro. Como si fuesen figurines de cartón, y robóticamente, tenían que repetirse a sí mismos... lo que saben: ni frente a la cámara pueden sostener. E imponer su gusto a la ciudadanía: para demostrar que son ellos quienes mandan y no la autoridad electoral. Todos tuvieron momentos en que la balanza de las encuestas pudo haber dado cuenta de su asertividad en escena. Sin embargo, me da la impresión de que los tres perdieron por igual. Y ninguno supo contestar con miras al desarrollo real del país con acierto alguno. Ninguno supo abrirse a los electores con plena certeza de aspirar a un gran bien sembrar. Mostrar su rostro, con la verdad en la mano y con la humildad debida, frente al poder real de toda democracia: la ley que ampara al pueblo. Y sin respetar: la libertad ciudadana de votar en concordancia sólo con su voluntad. Sin temor mediante.

Palabras más, palabras menos. Lugares comunes. Comodines. Y el exceso de insultos de todas las formas posibles. Entre ellos no construyeron un sólo concepto común. No crecieron en cuanto ampliar su proyecto y sumar para un México feliz y próspero. Se excedieron en modismos y signos de carácter trazados en su fingido rostro de pasarela. Nada que agregar. Nada que abrevar. Nada que alabar. La boleta sigue siendo una interrogante en blanco. Sin solución.

Parece que "primer debate" significó para ellos: plataforma nacional para quienes todavía no me conocen. Ése es el trabajo de sus respectivas campañas. Lo obvio: la pereza y el oportunismo. Lo cual es un espanto que enceguece más que dos segundos de eclipse estelar.

Y ayer el Sol brotó renacido tras un respiro de paz en donde encontró su única luz verdadera al recuperar su faz: zurcida en el espejo de una luna.... libre de amar y cantar al son de su andar en par. Ahora son dos almas inseparables que ya en un mismo lecho están. Felices y lejos de las miradas de quienes sólo los saben envidiar. Amén.


Y tú... ¿ya te pusiste tus lentes ciudadanos para no dejarte engañar durante esta insulsa campaña presidencial?



Semana de tejer y cocer...
el futuro feliz de
las tortugas mágicas
que sólo con honor
saben amar.
Y en amistad:
comulgar...
la mirada de quienes
se atreven a un paso al
frente entregar
para regalarse sin más
lo que ya escrito está.

pendant la étérnité


sábado, 6 de abril de 2024

justicia...

 ... hecha de sal.



Ecuador, a vuelo de Cóndor, levanta la cresta y dice: esta tierra es nuestra y la ley es la ley. Una embajada no puede convertirse en un reclusorio subsidiario de otro país. El escándalo creciente con respecto al lugar que ha jugado México ante la denuncia de un correísmo corrupto y derrocado ha sido un oprobio mundial. Qué pensaba el gobierno mexicano: que un Estado está a la disposición de los caprichos de sus cuates. Pues no. Un país es un país. Y una República es una República. 

Que en México no se conozca la ley de otros países de América, no le da derecho a la investidura: dar mañana tras mañana declaraciones falsas sobre hechos que no nos corresponden en tanto mexicanos. Que cómo se parlamenta el poder en otros espacios geográficos, que cómo se derrocan, reeligen y transitan presidencias ajenas: no es dominio de ningún otro presidente. México ha traspasado todos los límites sin comprender que así es como se declaran las guerras entres los Estados... una vez que un par no inhibe sus ansías de dominio sobre todo lo que le es ajeno. 

Una cosa es la diplomacia, otra cosa es tomar postura y otra ya muy seria es actuar en consecuencia: creyéndose los dueños del mundo. MORENA, con su gran mayoría, vive la fantasía de ser un partido político dueño de México, dueño de la América y dueño del mundo. Habrase visto tal desmesura. En medio de un proceso presidencial cuyo triunfo no tienen todavía en sus manos. 

“Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” 
Manifiesto a la Nación, julio de 1867
Y tú... ¿encuentras valor en los principios básicos de legalidad?
Feliz sábado.
pendant la étérnité

jueves, 21 de marzo de 2024

la felicidad...

 ... de la Primavera.




En el día internacional de la Felicidad el equinoccio se viste de gala. Recibimos el renacimiento que brota tras la época invernal. De la mano del festejo y la reflexión por todo lo que anhelamos cumplir al cabo de este año. En armonía con la naturaleza y la ley que de ella emana. 

Festejar el descenso del Sol, una vez que en su recorrido anular la Tierra se desliza ante él permitiendo que la cubra de todo su fuego y pasión. Teniendo como espejo a la Luna. Es la danza de la verdadera felicidad. En donde ritmo y contratiempo marcan el paso de las horas en un reloj. Una vez que la música se hace posible y la partitura de los cielos nos dota de todos los bienes para vivir: así el agua llega a su único fin. Feliz primavera. La era de los primeros tiempos.



Y tú... ¿abrazas los aires primaverales del 5to. Sol?






Y ahora sí...
mágicas tortugas
hasta que Elemental
se vuelva toda realidad.
(Quizá logre la intención de compartir videos... para acompañar la inspiración de mis letras... No promises made.)


pendant la étérnité