lunes, 18 de agosto de 2025

dotes...

 ...culinarias.



El arte de la cocina une a las familias. El buen gusto por la sazón de las tradiciones y la mística de su preparación esconden los bellos secretos de la cultura. Las personas conviven alrededor de los alimentos como un festejo. Se hacen plegarias y se conmemora la vida. Las viandas son dádivas. De generación en generación se heredan recetas y el cuidado que se presta a los ingredientes instauran hábitos.

En la cocina como en la vida las personas aprenden a convivir y comunicarse. A reír y sonreír. A escucharse y aconsejarse. A aprender y enseñar. A dialogar. Y como en las costumbres de higiene: la limpieza y el orden ocupan un lugar fundamental en la distribución de tareas. La contingencia se hace presente y todo concluye sentados a la mesa para empezar otra vez. Es una tarea inconclusa que ocupa gran parte de las horas de nuestro día; de una u otra manera. Vivimos para alimentarnos y nos alimentamos para vivir. Sin otra mediación que la ley propia de la naturaleza.

Es por eso que el alimento no debiese negársele a persona alguna, ni debiese ser tan duro el trabajo para lograr mínimos presupuestos domésticos en torno a la alimentación. Tampoco debiese ser tan acotada la variedad al alcance de la mayoría de la población mundial. El mundo adolece incluso de desnutrición. Vivimos contra natura. Sin percatarnos todavía de cuáles son las verdaderas prioridades de la subsistencia humana. Como si desdeñar nuestros cuerpos nos hiciese transmutar en inteligencia artificial. Evadiendo la realidad de tantas maneras. Incluso mal alimentándonos en desmedida con sobrepeso. Sin equilibrio ni paz ni armonía. Como si vivir fuese una carga. Y alimentarse un resguardo de seguridad. Como todo esfuerzo que la vida implica: alimentarnos puede también considerarse un trabajo. Así como privarnos de la nutrición y el cuidado, con la extremada delgadez, cuando nos alimentamos: es también un olvidarnos de la importancia que las dotes culinarias tienen en el cultivo de un mundo de paz.

Entre los dones culinarios se incluye la paciencia, la constancia, la atención a los detalles, la estética, el cuidado y la precisión, la humildad y la entrega. El conocimiento y la experiencia. La vitalidad y el entusiasmo. El respeto. La higiene. La salud social. La auto-realización. La motivación. El deleite. El crecimiento. La convivencia. 


Y tú... ¿nutres tu carácter al alimentarte?





sábado, 16 de agosto de 2025

altas...

 ...y bajas.



Vivir es como el oleaje de la marea. Nos abrimos hacia las orillas cual explanada trazando los surcos de nuestra vida para tomar las huellas que regresan a nosotros. Tomar y dar para acrecentarnos al respirar. Dejando gotas de nuestro aliento y polvo de coral. Tomando granos de arena y burbujas de sal. A veces con altos vuelos y otras veces con la tenue fuerza del viento que nos mantiene latentes. En armonía con la magia de la luna en conjunción con el orden planetario: alimentados por el sol.

Por eso la vida es un arte. Un arte de perseverancia, paciencia, calma, disciplina, equilibrio y paz. Entrega y capacidad de recibir. Compromiso. Y armonía con las leyes de la naturaleza.

Es por eso también que la vida tiene sorpresas...inmensas cuan grandes son los océanos. A veces, sentimos naufragar en el intento. Otras veces: reconocemos el valor de nuestros logros motivados por nuestro esfuerzo. El equilibrio nos permite navegar sin aspavientos ni a brinca saltos. Sin estar exentos del efecto de otros oleajes en nuestras travesías. Sin poder ocultarnos ante los eventos atmosféricos. Sin poder refugiarnos en los tiempos de sequía. Sin tener guarida suficiente en tiempos de tormenta. Pero siempre tenemos el resquicio de nuestra propia barca: el caparazón de nuestro carácter y alma en donde yace siempre vívida la certeza de todo lo que sí podemos hacer. Tan sólo por amor. Para así recibir los días venideros con esperanza. Y cuando la cosecha es abundante no perder la brújula ni olvidar seguir regando nuestras orillas para un legado fincar. Sin arrepentimientos. Pero sí con grandes enseñanzas y humildes actos de resarcimiento. 


Y tú... ¿amas anclar en tierra firme?


jueves, 14 de agosto de 2025

descubrimientos...

 ... y conquistas.



El mayor descubrimiento de un ser humano es saber de sí, reconocer sus sentimientos, elegir quién quiere ser. Y la mayor conquista es la de la consecución de sus correctos anhelos y la del dominio sobre su voluntad. Esto es lo que se considera: el carácter de un ser humano. De la mano de vencer sus temores, superar el miedo y entregarse a su destino de paz.

No hay mayor mérito que éste. Es el trabajo de toda una vida. Todas igualmente dignas. Éstas son nuestras responsabilidades con quienes toman las grandes decisiones. Tomar las nuestras con conciencia y bondad. Con cultura de la legalidad. Con respeto al prójimo. En aras de nuestra vida común y familiar. Sin reservas. Con generosidad y confianza.

Todo fuese mejor si renunciásemos todos al unísono a todas las formas de violencia. ¿Por qué es tan difícil algo, aparentemente, tan simple?


Y tú... ¿te amas a ti mismo?


miércoles, 13 de agosto de 2025

aliento...

 ... de luz.



Cuando miramos el cielo descubrimos que la luz tiene más de una tesitura. La luz no sólo se ve. Se siente en el alma y nos estremece el cuerpo. Es un misterio del cual nos gratificamos en todos los instantes de nuestra vida. 

Existe también la luz del entendimiento. Aquella iluminación que nos regala enseñanzas y claridad. Así como existe el brillo personal de cada ser humano.

Hay sentimientos y emociones, ideas y pensamientos, motivaciones y anhelos que son susceptibles de nitideces indistintas. Palabras sabias y generosas. Escucha armónica. El sentido de la vida, en sí, es ya un gran halo de luz. Un haz y una faz que nos guían a través de nuestros senderos y caminos. 

Aprender a mirar los destellos de la iluminación a nuestro alrededor y dentro de nosotros mismos es el crecimiento del alma en su descubrirse a sí misma, descifrar la razón de su existencia y comprometerse con todos los motivos comunes que nos hacen ser parte de un mundo, habitar un planeta y pertenecer a un grupo social en el marco de un contexto geográfico e histórico. Es decir: el sentido de la civilidad.

Y existe también la iluminación a través del rostro de nuestro ser amado. Esa luz que nos llena de inspiración y ánimo renovado cada día al despertar.



Y tú... ¿amas la luz?


lunes, 11 de agosto de 2025

responsabilidades...

 ...colectivas.



Tomar grandes decisiones sobre la vida de un grupo social, una población, un país... son las grandes responsabilidades de los gobernantes y representantes. Como ciudadanos confiamos nuestra voluntad con gran esperanza en que existan soluciones a todo lo que nos compete y aqueja en la vida común. 

La política se caracteriza por administrar el poder y por lograr diálogos constructivos que sumen todas las representaciones de la ciudadanía y los intereses de los actores de la comunidad. En aras del crecimiento de todos los sectores que dan sustento a la vida humana.

Confiemos en que, en medio de un mundo convulso, quienes toman las grandes decisiones encuentren el modo de pensar en el bien de todos por igual. Sin desanimarnos ante la violencia, las guerras, la inseguridad, las manifestaciones de la naturaleza y tantas otras necesidades de vida y convivencia económicas y sociales que se hacen cada día más latentes. En aras de la paz y la felicidad humana.



Y tú... ¿amas ser parte del mundo?